LAS MARAVILLAS DE LA CREACIÓN, HABLAN DE LA BONDAD DEL CREADOR

PRESENCIA

Soy tu esencia, Señor Omnipotente,
el fruto de tu amor, amor ferviente,
criatura de tus manos, imagen permanente
encarnada en el infinito océano de tu gracia.

De tus manos generosas he salido
al paso de la aurora refulgente,
cobijada con la luz del plenilunio,
para trascender en el azul de tu sonrisa,
dorada por el tibio beso matutino
del astro rey que madura
el trigal de mis ensueños.

Enséñame Señor, a descubrirte
en la diminuta semilla que germina,
en la flor que adornaste sabiamente
con vistosos colores nacarados,
esparciendo su aroma generoso
en el cáliz sagrado de su vientre,
donde germina la vida,
en la cuna sutil de la natura.

Con tu aliento divino fortalece
la fragilidad que enturbia mis pupilas;
déjame visualizar tu grandeza,
en la magnitud singular de tu presencia.

Autora:

Rosita Albarracín Galeano

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